Por Erik Satie

La música fascina, enriquece. Y los músicos también reflexionan sobre su arte. Erik Satie (1866-1925), el gran compositor y pianista francés, el de los suaves e hipnóticos sonidos que serenan y sumergen en algún mundo paralelo y nostálgico de poesía perdida. Precursor del impresionismo y del minimalismo, por su música repetitiva. Muy admirado por John Cage. Aquí una de las columnas que escribió el músico en revistas de su tiempo, y recogidas en el libro Sobre música, músicos y otras memorias.
Satie ingresó en el conservatorio recién a los 40 años, luego de una previa formación irregular, y su paso por la música de cabaret. Erik Satie sorprendió por la diferencia de su sonido, de una envolvente sutileza. Compuso piezas para piano, música de mobiliario, para películas mudas y cabarets… Además, gustaba de la escritura como ocasional actividad. En revistas de época escribió sobre la crítica y los críticos, la música, y algunos músicos contemporáneos. Escritura fragmentada, con tintes de humor y punzante ironía, «el hombre razonable, es —generalmente— muy mal visto,… incluso con anteojos…», dice. La editorial La pollera reunió en el volumen Sobre música, músicos y otras memorias (2018), varios textos procedentes de numerosas columnas. Aquí las reflexiones de Satie sobre el espíritu musical, que el músico vincula con el sacrificio, la entrega total de artista a su labor: «El ejercicio de un Arte nos invita a vivir en el renunciamiento más absoluto…».
Abajo también link hacia Gnossienne No.1, una de las grandes piezas de Satie para piano. E.I
El espíritu musical, por Erik Satie (*)
Señoras,
Señoritas,
Señores —
Ya que debo hablarles de la música —tema amplísimo para una conferencia— restringiré mucho mi tema, limitándome a hablarles un poco de los músicos, &, sobre todo, del Espíritu musical.
*
El músico se encuentra en todas las casas;… proviene de todas las clases sociales…… La instrucción musical se practica como toda enseñanza:… instruida por profesores,… & recibida por estudiantes —que son más o menos buenos— de la misma forma que los profesores, claro…).
… Al cabo de algunos años, el estudiante se hace llamar lo que vulgarmente se llama un «ARTISTA»… & se lanza al Mundo… & a través de él… Hasta aquí… todo bien.
*
En definitiva,… este recién llegado,…
¿Qué sabe?…
Él sabe:…
… De Armonía,
… De Contrapunto,
… De Instrumentación,
… De Orquestación,……
… La Melodía no es un secreto para él,… no más que
… el Ritmo,
… la Sonoridad,
… el Dinamismo,
… la Tonalidad (& el Sistema atonal)
…
Cultiva la Sabiduría… es imaginativo…
Tiene una elevada dosis de abnegación, un deseo de sacrificio voluminosísimo,… enorme,… me atrevo a decir… Su paciencia es extrema…… En una palabra, está listo para la lucha… combatirá lealmente…
…
Señalo que todas estas cosas son conocidas por los Críticos mismos… pues los Críticos,… bien entendido,… saben todo,… & poseen todas las cualidades.
… Vean a los Señores Vuillermoz,… Laloy,… Schloezer:… sí,… ¡lo saben todo!… (Al menos,… supongo)…
…
No concedan,… les ruego,… un sentido agresivo a lo que estoy diciendo ahora… No justifico… de ningún modo no atribuyan perjuicio a los célebres Críticos respetables & respetuosos —& que respeto…
…
… Tengo un exagerado espíritu de Libre Pensador como para no tolerar el pensamiento de otros —Incluso si estos se me presentan aquí como adversarios inflexibles, & ligeramente desleales…
…
No ataco ni glorifico a nadie… Me abro incluso,… …hoy en día, la ironía me es habitual…… Les hablo como amigo —como viejo amigo, claro…
*
Pero no es suficiente ser músico —o tener ritmo—, se debe tener espíritu…
… Este espíritu es un espíritu diferente;
… es el hermano del Espíritu literario,… del Espíritu pictórico,… del Espíritu científico,… & de muchos otros espíritus —todos más espirituales que otros…
… Solamente… aquellos que son agitados por este espíritu pueden llegar de seguro a estas alturas del pensamiento,… ciertas cumbres de la especulación…
… Sepan, queridos amigos, que el acabado espíritu de cada arte entrega, al artista, el coraje necesario para soportar la violencia de la lucha…
… puesto que, en el Arte,… todo es una lucha;…
& las luchas son numerosas aquí,… repetidas,… desagradecidas…
…
Sobre todo,… descomprometidas…
…
… Rendirse será siempre un signo de flaqueza —sino de cobardía…
*
De esta forma, vemos que la mayoría de los Críticos —en Música, tanto como en cualquier otro Arte— no tienen «el espíritu» de lo que se ocupan…
… Esto porque, su punto de vista difiere a menudo del que el autor entrega…
Tengan en cuenta que no pongo de ninguna manera en duda su buena fe;…pues hablo, aquí, de Críticos serios;… los otros no me interesan lo suficiente como para ocuparme de ellos…
Que estos no vean por ende en mis palabras ninguna consideración mal intencionada:…
No son para nada propósito de mi descortés atención…
… Que el Señor los proteja,… los bendiga,… los colme de alegría —si lo desea…
*
Con respecto al intelecto, existen convenciones especiales para con estas cosas.
…
… Si se quiere tener razón —realmente razón— hace falta comenzar por ser razonable, muy razonable (cabe decir que no es un pleonasmo);…
es más,… hay que ser razonable sin vanidad,… sin ruido,… sin orgullo… Poseer la Razón no concede ningún privilegio;…
… generalmente, ocasiona más problemas…
… El hombre razonable, es —generalmente— muy mal visto,… incluso con anteojos…
… Esto tienen que saberlo, & no codiciar otra cosa que tener razón —si la hay… …
…
… Pero el que desea atesorar su tranquilidad personal, tendrá cuidado de estar siempre equivocado,… nada de razón —más incluso…
… Entonces,… hermosos días los proveerán,… & se extinguirán entre honores & prosperidad; —&,… tal vez,… tendrá muchos niños —legítimos, naturales— o sobrenaturales.
*
… El ejercicio de un Arte nos invita a vivir en el renunciamiento más absoluto…
… No es para reír lo que les digo,… en este momento,… de sacrificio…
…
La Música demanda mucho de aquellos que quieren dedicarse a ella… Esto es lo que yo quiero hacerles sentir…
… …
Un verdadero músico debe someterse ante su Arte;… debe hacer uso de él por encima de las miserias humanas;… debe sacar el coraje que tiene dentro,… lo que sea de ese lugar.
(*) Erik Satie, Sélection, número 6 de 1924, en Sobre música, músicos y otras memorias, ed. La Pollera.
