Por Camila Ninio

En su María Antonieta (2006), Sofía Coppola nos acerca al brillo sensorial de la corte en Versalles en la que se desplaza con sus imponentes vestidos María Antonieta, la reina consorte de Luis XVI, esplendorosa hija de la emperatriz María Teresa I de Austria, en el turbulento tiempo cuyas aguas desembocan en la Revolución Francesa.
El esplendor de los vestuarios, la fastuosidad del ambiente versallesco, las intrigas, las envidias en la corte, muestran a María Antonieta como inocente joven engullida por el juego cortesano, sin poder prever su trágico final en la guillotina cuando el privilegio cortesano se disuelva en persecución y muerte. En este artículo, Camila Ninio, nos brinda con solidez y fluidez y con el trasfondo histórico de la Ilustración, el divorcio entre la burbuja aristocrática y las privaciones del pueblo francés. Así la autora nos dice: «En la película, Coppola retrata esta frivolidad a través de opulentas fiestas y una banda sonora moderna que incluye a The Strokes y New Order, subrayando la desconexión entre la corte y una nación en crisis».
María Antonieta y la Ilustración: Una Reflexión desde la Película de Sofia Coppola, por Camila Ninio (*)
La película «María Antonieta» (2006) de Sofia Coppola, protagonizada por Kirsten Dunst, ofrece una rica perspectiva para explorar los ideales de la Ilustración y la Revolución Francesa. Aunque estilizada y anacrónica, esta obra cinematográfica permite analizar cómo la vida de la última reina de Francia se cruza con los ideales y tensiones de su época. Coppola fue criticada por su representación de la famosa reina, considerada por algunos como históricamente inexacta. Sin embargo, la directora tenía una intención clara: mostrar a María Antonieta no solo como una figura opulenta, sino también como una adolescente que, de un día para otro, se encontró como reina, con la presión de tener hijos varones y salvar un imperio en declive.
La Ilustración, con su énfasis en la razón humana y el progreso, se alzaba como una crítica contundente a la monarquía absoluta y sus excesos. María Antonieta, con su origen austriaco y su estilo de vida extravagante, personificaba la desconexión de la monarquía con la realidad del pueblo francés. En la película, Coppola retrata esta frivolidad a través de opulentas fiestas y una banda sonora moderna que incluye a The Strokes y New Order, subrayando la desconexión entre la corte y una nación en crisis. Esta representación visual sirve para acentuar cómo los ideales de progreso y el camino hacia la razón chocaban con una monarquía desfasada de su contexto histórico.
Durante la Ilustración, la mirada antropocéntrica y la actitud crítica frente a la tradición eran fundamentales. Pensadores como Voltaire y Rousseau abogaban por una sociedad más justa, centrada en las capacidades y necesidades humanas. María Antonieta, sin embargo, parecía representar lo opuesto: una monarquía que priorizaba el lujo sobre el bienestar del pueblo. Esta dicotomía se evidencia en la película, donde su vida en Versalles contrasta con la creciente miseria de Francia. La elección de Coppola de mostrar zapatillas Converse y música de los años 80 en el contexto del siglo XVIII enfatiza el incongruente y abismal puente entre la corte y la realidad del pueblo.
La postura optimista de la Ilustración, que consideraba al ser humano naturalmente bueno y corrompido por la sociedad, se refleja en la representación de María Antonieta por Coppola. La película muestra a una joven reina, arrancada de su hogar a los 14 años, intentando adaptarse a un entorno lujoso pero hostil. Esta perspectiva la humaniza, sugiriendo que sus acciones fueron más producto de su entorno que de una malicia intrínseca. En una de las escenas finales, mientras el descontento social y el hambre se apoderan de Francia, se muestra una representación ficticia de María Antonieta pronunciando la infame frase «que coman torta» al enterarse de que el pueblo no tiene pan. Esta escena se yuxtapone rápidamente con una imagen de la verdadera María Antonieta, con una expresión de incredulidad y desdén, exclamando: «Yo nunca diría eso, ¿quién diría eso?». Esta visión conecta con la idea ilustrada de que las instituciones corruptas, y no la naturaleza humana, son responsables de la injusticia social.
La Ilustración promovía un enfoque laico, relegando a la Iglesia del control sobre la sociedad. En Versalles, la vida frívola y secular de la corte refleja esta tendencia. La película, con sus fiestas y placeres mundanos, muestra cómo la corte estaba inmersa en el hedonismo, en contraste con los ideales racionales y seculares de la Ilustración. Este estilo de vida decadente y superficial mostraba una desconexión tanto con la religiosidad tradicional como con el pensamiento progresista de la época. Coppola subraya esta dicotomía, destacando cómo la vida en Versalles, aunque secular, no representaba el espíritu crítico y la búsqueda de conocimiento de la Ilustración.

Además, la Ilustración se opuso vehementemente a la tiranía y el absolutismo monárquico, abogando por el republicanismo y una sociedad libre e igualitaria. Los excesos de María Antonieta y su corte eran un blanco fácil para los revolucionarios, quienes veían en ellos un símbolo de todo lo que estaba mal con el antiguo régimen. La Revolución Francesa, impulsada por el descontento popular y los ideales ilustrados, buscó desmantelar este sistema opresivo. La película, aunque no se adentra profundamente en estos aspectos políticos, deja claro el ambiente de tensión y cambio que rodeaba a la reina. Se presenta a los reyes como personas muy jóvenes e ingenuas, alejadas de la realidad del pueblo. Sin saber qué hacer, disfrutan de los placeres de la vida de la más alta sociedad, sin parecer entender lo que estaba sucediendo. Esta representación ha llevado a críticas hacia Coppola por presentar a los monarcas como víctimas, cuando históricamente fueron los opresores.
El surgimiento de movimientos filosóficos y culturales como el Racionalismo y el Empirismo durante la Ilustración fomentó una alianza entre razón y ciencia, vinculada a figuras como Descartes y Bacon. Este énfasis en el conocimiento racional contrastaba fuertemente con la vida en Versalles, centrada en el lujo y la ostentación sin sustancia. La representación de María Antonieta en la película, con su aparente indiferencia hacia la política y el sufrimiento del pueblo, subraya esta desconexión. La película, con su enfoque visual y narrativo distintivo, transforma la historia en una expresión estética que invita a la reflexión.
María Antonieta, bailando al son de música contemporánea y viviendo una vida de lujo desmedido, simboliza la desconexión de la monarquía con los ideales ilustrados de justicia y racionalidad. La película sugiere que la caída de María Antonieta y la monarquía francesa no fue solo una consecuencia de sus excesos personales, sino también de un sistema entero que había perdido su legitimidad a los ojos de una sociedad cada vez más crítica y consciente, una sociedad en camino a la racionalidad.
La legitimación política de la Ilustración se basaba en la soberanía popular, un concepto que encontraba su expresión en la obra de pensadores como Maquiavelo, Hobbes, Locke y Montesquieu. El último, por ejemplo, en su obra «El espíritu de las leyes», argumentó a favor de la separación de poderes como un medio para evitar la tiranía y asegurar la libertad política. Locke, por su parte, en su «Segundo tratado sobre el gobierno civil», afirmaba que «los hombres, viviendo juntos según la razón, sin un superior común en la tierra con autoridad para juzgar entre ellos, son propiamente el estado de naturaleza». La opulencia de Versalles y la vida despreocupada de la reina contrastan marcadamente con las necesidades y demandas del pueblo, que finalmente condujeron a la Revolución.
La relación de la Ilustración con Dios también es relevante en este contexto. La Ilustración idealista sostenía que Dios existía pero no intervenía en los asuntos humanos, lo cual es compatible con la representación de una corte que, aunque no necesariamente atea, vivía en una secularidad práctica. Esta distancia de la religiosidad tradicional subraya el alejamiento de la monarquía de los valores populares y espirituales, alineándose más con los valores ilustrados. La corte de María Antonieta se muestra como moderna e interesada en los nuevos pensadores, aunque incapaz de comprender que eran parte del problema. En varias ocasiones de la película, los reyes y sus amigos salen a tomar y comer, discutiendo sobre estos pensadores y mostrando interés. Sin embargo, el tema se percibe como algo lejano para ellos, sin entender plenamente las implicaciones de estas ideas en la creciente disconformidad popular y la inminente revolución.
En la película de Sofia Coppola, se presenta una visión más matizada de María Antonieta, contrastando con la percepción tradicional de la reina como egoísta y ostentosa. Coppola logra esta reinterpretación mediante escenas significativas, como la de María Antonieta leyendo una cita de Rousseau. Esto sugiere que las ideas ilustradas estaban presentes en la monarquía. Así, la directora muestra una faceta más intelectual y sensible de la reina, destacando su afinidad con los ideales ilustrados de razón, progreso y crítica a las tradiciones. Coppola estiliza la vida en la corte con una estética visual atractiva, subrayando la influencia de las corrientes de pensamiento ilustrado en María Antonieta y ofreciendo una imagen más compleja y receptiva de ella.
El aura del artista y la tensión entre copia y original resuenan en la película de Coppola, que combina elementos contemporáneos, como música de los años 80 y 90, con el siglo XVIII. Este anacronismo crea una atmósfera única que evoca nostalgia y conecta emocionalmente con el espectador moderno. Al fusionar moda y música moderna con la vida de María Antonieta, Coppola destaca la evolución constante de la cultura y refleja el espíritu innovador de la Ilustración, invitando al espectador a reflexionar sobre la historia y la modernidad y subrayando la relevancia de los ideales ilustrados en la transformación social.
La película «María Antonieta» de Coppola ofrece una perspectiva única sobre cómo los ideales de la Ilustración y las tensiones de la Revolución Francesa se reflejan en la vida y caída de la última reina de Francia. Temas centrales como la razón, el progreso, la crítica a la tradición y la oposición al absolutismo resuenan en esta representación cinematográfica, destacando su importancia en la transformación histórica de Francia. Coppola nos invita a reflexionar sobre cómo estos conceptos se entrelazan con la vida de María Antonieta y su impacto en un momento crucial de la historia moderna, presentando una visión diferente de la legendaria reina francesa.
(*) Este texto de Camila Ninio fue realizado en el contexto de la materia Principales Corrientes del Pensamiento Contemporáneo en la Universidad de Buenos Aires, en junio de 2024.
LINK A LA PELÍCULA:
: https://www.youtube.com/watch?v=Go4A1LlVEY4


