Por J re Crivello

La naturaleza de la conciencia sigue siendo problemática, esquiva, misteriosa. Es solo un punto de vista parcial reducir la conciencia a su receptáculo cerebral. Y como sugiere J re Crivello en este artículo con varias conexiones a otras fuentes sobre este tema, quizá «la mejor metáfora para referirse al cerebro es la colmena, es lo que más se le parece».
Anoche en uno de mis tradicionales sueños -el de las 3 de la mañana, pues miré mi reloj una vez que me desperté). Estaba en Ikea y había comprado un paquete muy grande y me acompañaba a todos lados. Mi fastidio era no tener donde dejarlo. La multinacional sueca carecía de ese espacio o de una taquilla. Todo el tiempo me moví harto de tener que arrastrar ese fastidioso paquete.
Tal vez eso es la conciencia para los humanos, una propiedad emergente que surge de nuestra complejidad física y nos da una característica propia. Y no podemos desembarazarnos. No podemos ponerla en un espacio e irnos de compras, o a tomar café. Aunque a veces cada mañana cuando tomo café en el Turkys bar, observo y fluyo entre mis colegas y allí si emerge con tranquilidad y muy libre mi conciencia.
El sueño tal vez nació, pues vi el programa de Broncano y entrevistaban a Juan Luis Arzuaga y Juan José Millás y su último libro “La conciencia contada por un Sapiens a un neadertal». La entrevista fue un desastre desde el punto de vista de mostrar lo que decían los autores. No he leído el libro.
Pero la conciencia necesita de estímulos para su desarrollo, además de los físicos, también los espirituales, por ejemplo, dice sabina Spielrein en Diálogos de Ultratumba (el libro que nos acompaña esta semana) que querer es tomar posesión de alguno o alguna cosa. Es buscar en los demás que llenen las expectativas personales de afecto, de compañía. Querer es hacer nuestro lo que nos pertenece, es apoderarnos de desear algo para completarnos, porque nos reconocemos faltos en algún punto” (pág. 175, Diálogos de Ultratumba, Manuel Villegas)
Por ello la conciencia, ha crecido con esta lucha por participar en la relación con otros u otras, no es tan solo un elemento crucial que acumula información y lo distribuye. Como el centrocampista en un futbol, huele el césped, mide la distancia para hacer su pase, pero además juega en libertad unido al afecto a los demás miembros de su equipo y a la vez odia a su rival.
¿Es esto la conciencia? Tal vez estamos al comienzo de esta búsqueda, por lo pronto ya distinguimos cerebro de conciencia. Qué nos dice al respecto la I. A. de Google:
“La conciencia, como revelan esta y otras investigaciones, no es simplemente algo binario (encendido o apagado, consciente o inconsciente), sino algo que puede abarcar un continuo de estados diferentes que involucran distintos tipos de funcionamiento cerebral”.
Nota 1:
Entrevista a Millás y Arzueaga en El Mundo
- Resulta curioso que Arsuaga utilice metáforas cuando, a lo largo del libro, «regaña» a Millás cuando hace lo mismo. ¿Facilitan estas fórmulas la explicación de algo tan complejo?
Arzuaga. En realidad, la mejor metáfora para referirse al cerebro es la colmena, es lo que más se le parece. La gente que lo compara con un ordenador está un poco confundida. Utilizan esa analogía porque es más actual, pero la metáfora de la colmena es más acertada porque procesa información, sabe mucho acerca del mundo exterior, tiene un lenguaje propio y actúa en consecuencia, pero no hay individuo. En eso consiste exactamente un cerebro. Las metáforas las usamos todo el tiempo.
Millás. Las analogías se han usado continuamente para todo en la historia del ser humano; la ciencia está basada en analogías que cada vez son más complejas. Pero, además, la intuición es muy importante en todo el pensamiento: científico y literario. Demócrito tuvo intuiciones geniales sobre al átomo, Platón decía que no quería poetas en su República porque hablaban de cosas de las que no tenían ni idea…
Nota 2:
Sabina Naftulovna Spielrein (en ruso Сабина Нафтуловна Шпильрейн; Rostov del Don, Rusia, 7 de noviembre de 1885 – ibíd. Unión Soviética, 12 de agosto de 1942) fue una psiquiatra y psicoanalista rusa de origen judío. Fue una de las primeras mujeres en la historia del psicoanálisis, y su principal aporte teórico fue la elaboración del concepto de «pulsión destructiva y sádica» con base en el cual Sigmund Freud desarrollaría más tarde la pulsión de muerte. Link
Nota 3:
Link/ Últimos estudios sobre la Conciencia
Fuente: Este texto fue publicado originalmente el 15 noviembre, 2024 en Masticadores, página nacida en Cataluña, que Jr Crivello dirige y con numerosos colaboradores en el mundo
