Maddalena Casulana, la primera música compositora cuya música fue publicada.

Mujer tocando un laúd (1520), por Bartolommeo Veneto, en Pinacoteca Brera de Milán (Wikimedia) Casulana fue la primera música compositora cuya música fue publicada.

Maddalena Casulana (1544-1590) compositora, cantante e intérprete de laúd del Renacimiento. La primera mujer compositora que tuvo un volumen entero exclusivo de su música impresa y publicada en la historia de la música. Como manifiesta la autora de este texto que evoca a la compositora: «Casulana tenía una gran habilidad para entrelazar texto y música, (…) También manejaba con destreza el equilibrio entre armonías y disonancias, así como el uso de los distintos registros de la voz. Gracias a estos recursos, la compositora desarrolló un estilo de gran calidad, muy distintivo y personal».

Maddalena Casulana, corazón del Madrigal, por Marta Muñiz Rueda (*)

Los orígenes de Maddalena Casulana son algo confusos y no están suficientemente asegurados por los teóricos y biógrafos de la Historia de la Música,  aunque los investigadores concuerdan en algunos aspectos, como que su apellido posiblemente lo haya tomado de Casole d’Elsa, localidad en la que probablemente nació. A pesar de esto, Thomas W. Bridges afirma, que ‘no hay pruebas que la vinculen a ningún lugar excepto a Vicenza’. En cualquier caso, el mérito histórico de esta compositora se debe a que, en 1568, Maddalena publica en Venecia su Primer Libro de Madrigales a cuatro voces, dedicado a Isabella de Médici Orsini. Este hecho es necesariamente muy relevante, pues convierte a Maddalena en la primera mujer compositora que verá su obra publicada y editada.

El impreso contiene una interesante dedicatoria en la que se refleja el sentimiento de la compositora hacia su patrona musical, y expresa lo que significaba ser creadora para una mujer en su tiempo:

‘…no solo para dar testimonio de mi devoción a Vuestra Excelencia, sino también para mostrar al mundo (en la medida en que se me concede en esta profesión de la música) el insensato error de los hombres que se creen tan grandes maestros de altos dones intelectuales que [estos dones] no pueden, según les parece, ser igualmente comunes entre las mujeres’.

Sus palabras reafirman su posición también pionera en feminismo, corriente poco común en la época, más aún en el pensamiento y la mentalidad femenina que aún vivía muy supeditada al pensamiento o la mentalidad patriarcal propia del siglo XVI. Casulana sin embargo tenía muy claro que las mujeres eran igualmente capaces a los hombres en cualquier materia, pero sobre todo, en la capacidad creativa y el talento musical y lo defenderá toda su vida, contando además con el apoyo de grandes figuras masculinas de la época, como Orlando di Lasso.

Si bien es cierto que en 1566 su nombre apareció en la antología Il Desiderio, es gracias al citado Primer Libro que su vida se impuso históricamente como compositora y defensora de sus derechos en el respeto igualitario de su producción. A partir de este libro, publicó otros dos, uno en 1570 dedicado a Antonio Londonio, y el tercero en 1583.

Podemos decir que Casulana ya era conocida en su época: la aparición de su nombre en diversas dedicatorias bañadas en elogios y la inclusión por parte de Orlando di Lasso de su epitalamio Nil mage iucundum en cinco partes (1568) en la boda del archiduque Guillermo V de Baviera y Renata de Lorena en Múnich, demuestran que la autora ya era reconocida por su trabajo.

Laúd renacentista construido por Carlos González, miembro fundador de la Sociedad Francesa del Laúd (París 1985) y de la Sociedad de la Vihuela (Córdoba 2004)  (Foto en cuerdaspulsadas)

Respecto a su estilo, Casulana utiliza herramientas del madrigal de finales del siglo XVI similares a las de sus contemporáneos pero, sobre todo, como dice Thomasin LaMay, ‘las utiliza de manera no convencional’ para expresar su mensaje: ‘la forma en la que eligió combinar esas herramientas, las palabras que eligió para adornar (…) fue lo que le dio a sus madrigales una integridad bastante separada de sus homólogos contemporáneos’. El hábil manejo de la armonía y la disonancia, los contrastes en el registro y, sobre todo, su estilo personal, es por lo que hoy adoramos las creaciones de esta autora. Obras muy melódicas y cantables, llenas de emoción y corazón.

Una técnica compositiva muy importante en los madrigales —especialmente en las últimas etapas del género— fueron los «madrigalismos». Consistían en expresar musicalmente el significado de las palabras. Por ejemplo, imitar una risa con sonidos entrecortados. Casulana tenía una gran habilidad para entrelazar texto y música, dotando a sus obras de una sensación de integridad con la que pocos autores podían rivalizar. También manejaba con destreza el equilibrio entre armonías y disonancias, así como el uso de los distintos registros de la voz. Gracias a estos recursos, la compositora desarrolló un estilo de gran calidad, muy distintivo y personal.

A pesar de la relevancia histórica de esta autora, lo cierto es que su música tampoco ha sido profusamente grabada en la actualidad. Encontramos poco más que un trabajo discográfico dedicado a Casulana. Se trata de Verklingend und ewig, interpretado por el Coro de voces femeninas y el Coro de niños de Hanover, bajo la dirección de Gudrun Schröfel y Jörg Breiding, respectivamente. El disco fue editado en el año 2013 por el sello Rondeu, y en el mismo podremos encontrar buena parte del Segundo Libro de Madrigales. Anterior a este, en el año 1998 el Ensemble Laus Concentus editó un disco consagrado a las mujeres del Barroco titulado I canti di Euterpe, donde incluía tres madrigales de Casulana. Por último, en el año 2015, Noël Akchoté editó un disco de arreglos para guitarra de algunos madrigales. Por lo demás, la inclusión de repertorio de esta autora no pasa de una o a lo sumo dos piezas en recopilatorios barrocos.

Como dije anteriormente, Maddalena era muy consciente de que su condición femenina la limitaba a la hora de convertirse en una gran intérprete y creadora frente a sus compañeros varones, y lucharía toda su vida por obtener el respeto y la valoración social que merecía por derecho propio. La inmensa brecha de género en el mundo de la música apenaba e indignaba a Casulana. Seguramente esta discriminación fuera un factor importante para que la compositora se dedicara a la docencia, intentando educar y apoyar a jóvenes para que pudieran seguir sus pasos. El Primer libro de madrigales estaba dedicado a Isabel de Médici, para quien Maddalena Casulana escribió su más conocida cita:

Deseo mostrar al mundo, tanto como pueda en esta profesión musical, la errónea vanidad de que solo los hombres poseen los dones del arte y el intelecto, y de que estos dones nunca son dados a las mujeres”.

Enlace para escuchar su música

Amorosetto: (102) Amorosetto Fiore | Madalena Casulana | Liane Sadler & Elias Conrad – YouTube

(102) Maddalena Casulana – IV. Ahi, possanza d’amor – YouTube

(102) «Morir non puo il mio cuore» by Maddalena Casulana (c.1544 – c.1590) – Nightingale Vocal Ensemble – YouTube

(*) Fuente: Este texto fue publicado originalmente en Masticadores, página nacida en Cataluña, que Jr Crivello dirige y con numerosos colaboradores en el mundo.

(Wikimedia)

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