La trampa de Tucídides

Por J Re Crivello

La trampa de Tucídides es un término empleado hoy en las relaciones internacionales para aludir a la propensión a la guerra por el hecho de que una potencia emergente choca con otra ya existente. La expresión fue elegida en 2015 por el politicólogo estadounidense Graham T. Allison para aplicarlo a las relaciones entre China y Estados Unidos.

Para formular la Trampa de Tucídides, Allison se basó en la observación de Tucídides en su Historia de la Guerra del Peloponeso: «fue el ascenso de Atenas y el miedo que esto infundió en Esparta lo que hizo inevitable la guerra». Allison acude a muchos ejemplos históricos pero su tesis es un muy controvertida, y la posibilidad de guerra, como se ha evidenciado recientemente, es más guerra comercial que convencional. ¿Pero la trampa de Tucídides no podría ser extendida al actual rol de Rusia? A esta posibilidad es a la que J re Crivello alude en este artículo.

Guerra y paz: la trampa de Tucidides, por J Re Crivello (*)

“Mientras esto decía seguíamos caminando, sin salir de aquella selva de muchedumbres de espíritus. No habíamos avanzado mucho desde el sitio en que casi dormido, cuando vi un fuego que vencía aquel hemisferio de tinieblas” (pág. 46, La divina Comedia, Dante Alighieri)

Pocas propuestas hay ante la paz, solo observar que: “el fuego venza el hemisferio de las tinieblas”, como nos dice la Divina Comedia.

¿Qué significa la trampa de Tucídides?

​​ El politólogo estadounidense Graham T. Allison empleó el término para describir una tendencia hacia la guerra cuando una potencia emergente (ejemplificada por Atenas) desafía el estatus de una potencia dominante (ejemplificada por Esparta)(1)

Y tal vez nos encontremos ante una trampa de Tucidides. Rusia no es potencia emergente, pero su Elite considera que debe redimir el pasado y situarla en su destino. “Putin y sus colaboradores no son plenamente conscientes de que han convertido un trauma personal (generacional) en la base de la política exterior del estado” (2)

En algo se parece al sueño de Hitler y su Alemania, quien buscaba su anhelo. Con características propias en el caso de Rusia, con un ejercito de más de un millón de hombres y su potencia nuclear. Y construida sobre una autocracia que, en el caso de Putin, ya cumple su fatal destino. Diremos que lleva 25 años y sus resultados son pobres, pero esta dispuesto a dar su ultimo zarpazo. Por ello ha elegido a Ucrania (y a la Unión Europea) como enemigo común, para dar sentido a su destino histórico.

Insistir que este momento histórico es crucial, y que muchas de las decisiones que forman nuestro acervo, que nuestras tradiciones están sometidas a un arriesgado juego, es tal vez hablar de algo que todos percibimos.

Detrás hay algunos elementos:

1)La falta de debate y control de las decisiones al interior de la Autocracia de Rusia no nos permiten distinguir los próximos pasos.

2)La reducción del espacio político donde juegan los intereses de la Unión Europea (debido al default de Trump/USA) nos impide asumir decisiones más asertivas.

3) La guerra en Ucrania nos demuestra el nivel de peligro que se cierne a tan solo “10 minutos de nuestras casas”

4) las decisiones de la Unión, son de 27 países, lo que reduce aún más el margen.

¿Guerra o Paz? La pregunta emerge de manera insolente ante nuestras cabezas.

Notas:

(1) Allison empleó el término para describir una tendencia hacia la guerra cuando una potencia emergente (ejemplificada por Atenas) desafía el estatus de una potencia dominante (ejemplificada por Esparta). Allison ahondó en este concepto en su libro de 2017 Destined for War, que sostiene que «China y Estados Unidos están en curso de colisión para la guerra».

(2) José Miguel Palacios, «Una segunda “trampa de Tucídides” para Putin», en Global strategy.

(*) Fuente: Este texto fue publicado originalmente en Masticadores, página nacida en Cataluña, que Jr Crivello dirige y con numerosos colaboradores en el mundo .

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