
Michio Kaku, difusor científico, físico teórico, autor de La física del futuro, uno de los defensores de la teoría de cuerdas, nos permite pensar y proyectarnos hacia diversos perfiles del futuro de la innovacion científica, con gran impacto en las sociedades, en la vida real de las personas. Un futuro que inevitablemente llegará, lo que propone nuevos horizontes para un pensar crítico.
El futuro solemos relegarlo a la ciencia ficción. Pero hoy la innovación tecnológica avanza más veloz que la imaginación futurista. El físico y divulgador cientifico Michio Kaku defiende el concepto de inteligencia como capacidad para ver el futuro. Esto nos abre a la sociedad del mañana. Desde una mentalidad amplia y una conciencia que se expande esta visión de futuro es un aspecto esencial para la comprensión de la tecnocultura hoy y en lo que vendrá. Por eso compartimos aquí dos entrevistas a Kaku para entrever líneas futuras que irán reconfigurando al sapiens hacia una civilizacion poshumana, robótica, cuántica, y con nuevos conceptos de la comunicación que convertirán a internet en una tecnología obsoleta del pasado. Por eso, la constelación temática que Kaku va enhebrando en la qye asoman diversas cuestiones: cosmologia y física, la trasformación futura del cerebro y la neurología, la inteligencia artificial y la robótica, lo que llama la «supremacía cuántica», la medicina y la curación del cáncer, y las expectativas de inmortalidad por mediaciones tecnológicas, biología sintética y neurociencia; e incluso el aumento de las posibilidades de un contacto futuro con alguna civilización inteligente. El futuro es ineludible, llegará, inexorablemente, para bien y para mal.
E.I
PRIMERA ENTREVISTA A MICHIO KAKU
“Pensamos que la inteligencia es saber cosas, pero la esencia de la inteligencia es ver el futuro”. Entrevista de, Alejandro Millán Valencia, publicado en BBC News Mundo, marzo 2024)
El futuro nos traerá la cura contra el cáncer, porque el cáncer es una enfermedad que opera a nivel molecular. Como el Alzheimer, como el Parkinson. Y con nuestra tecnología digital hoy no la entendemos”, explica Kaku.
“Pero con los computadores cuánticos que estamos desarrollando, vamos a comprender cómo funciona y cómo podemos detenerla”, dice.
El físico, de ascendencia japonesa, anticipa que la inteligencia artificial se posa como una amenaza para la humanidad… pero todavía hay tiempo para poder controlarla.
BBC Mundo habló con Kaku desde su residencia en Nueva York, especialmente para desglosar las predicciones sobre el futuro de las que habla en su libro “La supremacía cuántica”.
Una de las cosas que más ha llamado la atención de sus escritos es la noción de que el cerebro humano es en realidad tres cerebros. ¿Puede explicar esta idea?
Cuando analizas el cerebro humano te das cuenta de que hay tres elementos que lo componen, todo esto como parte de su proceso evolutivo: la parte de atrás, que es lo que llamamos el cerebro reptiliano: la parte que gobierna digamos los patrones de caza. Después viene la parte media, el centro del cerebro, que conocemos como el cerebro primate o del mono, que maneja la socialización, los temas de jerarquización. Y luego tenemos la parte frontal, el córtex prefrontal. Y aquí es donde nace la gran diferencia: esa parte del cerebro es una máquina del tiempo. Es una máquina que puede ver el futuro, constantemente está haciendo simulaciones de lo que nos puede pasar más adelante.
Ahora, si no me crees, te invito a hacer un experimento: esta noche, enséñale el concepto del mañana a tu perro. No se puede, es imposible. Los animales no entienden la idea del mañana.
Y a mí eso me ha llamado la atención desde siempre.
Pero, ¿todos podemos tener la misma capacidad de ver el futuro?
No. ¿Qué distingue un cerebro ordinario de uno con un nivel notablemente superior? Al cerebro de una persona ordinaria podríamos llamarlo oportunista. Solo mira las oportunidades que están frente a él. Nada de planear cosas. Un mal ladrón, por ejemplo, solo toma lo que tiene frente a sí. Los grandes pensadores ejercitan esta máquina del tiempo constantemente. Ellos simulan el futuro. Ellos conocen las leyes de la naturaleza y son capaces de aplicarlas en diseñar cómo puede lucir el futuro.
El ejército de EE.UU. se dio cuenta de esto durante la guerra de Vietnam. Ellos estaban intentando comprender quiénes dentro de la tropa podían convertirse en líderes y estrategas y quiénes solo eran seguidores, cumplidores de órdenes. Al entrevistar a estos soldados se encontraron con algo que ls sorprendió: que las personas comunes, que no se consideraban genios, simulaban constantemente lo que pasaría después, previendo cosas, pensando en cómo escaparse si eran capturados o en cómo asegurar la base en caso de un ataque sorpresa.
Lo que pasa es que comenzamos a entender que nuestro concepto de inteligencia solo es parcialmente correcto. Pensamos que alguien es inteligente por saber cosas, pero eso no es la esencia de la inteligencia. La esencia de la inteligencia es ver el futuro. Estimular la creación de un futuro que no existe.
En esta idea de mirar hacia el futuro, ¿cuál será el gran descubrimiento con el que nos vamos a encontrar en los próximos 100 años?
Para responder a eso, pensemos primero en los grandes descubrimientos del pasado. Estos grandes descubrimientos se han dado en analizar también cosas pequeñas, no solo muy grandes.
Cuando hablamos de cosas pequeñas hablamos de genética, del cerebro humano; por cosas grandes me refiero a la teoría del Big Bang, a que ahora estamos aplicando la teoría cuántica del universo, por ejemplo.

Pues bien, el siguiente gran paso será la unión de estas dos ideas: usar la teoría cuántica para entender la genética y el cerebro humano.
Y es aquí donde entran los computadores cuánticos. La madre naturaleza es en algún modo un computador cuántico. Actualmente, los procesadores digitales computan en unos y ceros. Ese no es el lenguaje de la madre naturaleza.
La madre naturaleza tiene una mente cuántica que entiende de átomos, electrones, fotones. Ese es el lenguaje del universo. Ese será nuestro gran paso hacia el futuro.
¿Y el gran paso será en el campo de la física, o también en otros campos como la medicina?
Miremos el caso de la medicina. La medicina actual, tal como se practica, es ensayo y error. Probamos una medicina: si funciona, bien y si no funciona, pues probamos otra. A las medicinas, de hecho, las encontramos casi que por accidente. De ese modo descubrimos la penicilina y otras drogas fascinantes.
Ahora, si aplicamos la teoría cuántica, puedes ver la molécula. La puedes analizar. Puedes ver cómo funcionan los átomos. Las sustancias. Se pueden crear medicinas desde cero. ¿Eso significa que no vamos a necesitar más químicos? No.
Los químicos del futuro van a utilizar los computadores cuánticos para entender las reacciones químicas. Los biólogos del futuro van a utilizarlos para entender cómo funciona el ADN. Los doctores y científicos que solo utilicen la química o la biología para hacer su trabajo van a quedarse en el camino, porque el futuro va a ser la mecánica cuántica para crear las drogas.
Nos volveremos inmortales… no habrá cáncer entonces.
Con la ayuda de las computadoras podremos curar el cáncer. Antes de que aparezca el tumor, pronosticaremos la enfermedad cancerosa del paciente. Solamente con ir al baño, por ejemplo, se va a leer tu ADN y como estará en el futuro. Te dirá el ADN canceroso dentro de diez años, antes de que aparezca el tumor, antes de que se desarrolle.
En Estados Unidos también se permite un análisis de sangre para diagnosticar el cáncer, un análisis de sangre de este tipo revelará si hay cáncer o no de manera cada vez más concreta. La palabra tumor desaparecerá de nuestro lenguaje. Lo mismo ocurrirá con el cáncer.
Dice que también el internet será algo obsoleto: que nos vamos a conectar a través de la mente, del cerebro.
Una cosa es segura: el internet del futuro no será digital. Lo digital es muy lento, muy crudo. El internet del futuro será cuántico y se fusionará con el cerebro. Lo llamaremos “brainet” (un juego de palabras entre brain, que signfica cerebro en inglés e internet).
Pensarás algo y ese pensamiento se transferirá por el mundo, interactuando con otras cosas. Puede que no usemos cables ni dispositivos. Simplemente vamos a pensar y esta brainet va a hacer el resto.

En este desafío hay dos lados. Uno bueno, que es que estamos aprendiendo cómo está conectado (este sistema), pero otro malo: que nos va a tomar un tiempo.
Por ejemplo, si analizas el cerebro de un insecto, listo, ya tienes la imagen de cómo funciona el cerebro. Ya tenemos el mapa: cerca de 100.000 neuronas.
Ahora, el cerebro humano tiene 100 mil millones de neuronas. Por lo que tenemos un largo camino por delante en lo que hemos llamado el “Proyecto Conector”, que logrará desentrañar el cableado en el interior del cerebro humano.
Así como tenemos el proyecto del genoma humano, que ha intentado descifrar nuestro código genético, éste revelará los secretos del cerebro y lo cambiará todo: las personas simplemente van a pensar y sus pensamientos circularán por el mundo.
Muchos científicos han advertido sobre los peligros de la inteligencia artificial y el daño que podría causar…¿cuál es tu visión en ese campo?
Creo que en la actualidad tenemos tres grandes peligros que afrontar: la guerra nuclear, la amenaza de las armas biológicas y el calentamiento global. Y ahora le podemos añadir la inteligencia artificial.
Hay dos amenazas claras que trae la inteligencia artificial y son bastante diferentes.

La primera es inmediata: por ejemplo, que los drones puedan reconocer un rostro humano y que por accidente este dron mate de manera indiscriminada a decenas de personas. O sea, que hemos creado un arma para matar de forma automática. Una máquina que además puede volar, que puede vigilar un área determinada, identificar formas humanas. Y algunas naciones pueden estar tentadas, en algunos años, a usar estas armas contra las personas, no solo en tanques de guerra.
Pero esto es una amenaza en el corto plazo. La mayor amenaza de la IA es en el largo plazo.
La amenaza más grande será cuando la IA comience a aproximarse a la del ser humano. Ahora, falta mucho para llegar a ese punto.
Por ejemplo, ¿qué tan inteligente es nuestro robot más inteligente? Si pones a un insecto en un bosque, el insecto logrará alimentarse y encontrar un refugio, una guarida.
Si pones un robot ahora es posible que no sobreviva.
Pero con el tiempo nuestros robots van a tener la inteligencia de un ratón.
Después lograrán ser inteligentes como un conejo. Para ese momento serán potencialmente una amenaza.
No sé, tal vez en unos 100 años tendremos robots que no se podrán distinguir de los humanos. Y nos tendremos que asegurar en ese momento de que esos robots no tengan conciencia y de alguna manera se vuelvan contra nosotros.
Vamos a tener que poner un chip en su mente que los apague en el preciso momento en que tengan pensamientos asesinos. Pero realmente creo que todavía falta mucho para eso y creo que la principal amenaza es el uso de drones que puedan matar de forma indiscriminada.
“Los computadores cuánticos van a permitirnos descifrar los secretos de la vida, del universo, de la materia”, escribió. ¿Cómo van a definir nuestro futuro?
Actualmente los computadores están basados en información digital, que se puede codificar en series de 1 y 0. O sea que su capacidad está reducida al número de estados (de 1 y 0) que tienes en tu computador.
Los computadores cuánticos se basan en principios que pueden ser ilimitados. Por ejemplo, los computadores cuánticos que se están produciendo (uno por Google y otro en China) son 2¹⁰⁰ veces más poderosos que los actuales supercomputadores.
Y creo que con esa capacidad van a poder resolver, en algún momento, el problema de envejecer. En el futuro, creo, no necesariamente vamos a morir de viejos.
El problema es que los computadores cuánticos no nos van a salvar, por la forma en que los humanos interactúan entre nosotros. Necesitamos otra manera de unir a las personas para vivir en paz.
Me acuerdo de una extraña conversación entre el expresidente de EE.UU. Ronald Reagan y el líder soviético Mijaíl Gorbachov, en la que Reagan le pregunta a su colega soviético que si llegado el caso de que los marcianos invadieran la Tierra su países serían amigos. O sea, ¿lucharían juntos contra los marcianos? Gorbachov pensó que Reagan estaba loco, especialmente cuando estaban tratando con armas nucleares.
Pero lo que yo creo es que Reagan se estaba dando cuenta de algo, que cada vez podíamos estar más unidos. O sea que la gran solución es que estuvieramos unidos frente a algo. Que esa sería la gran solución. Y esa será la gran solución.
Teniendo en cuenta que internet será obsoleto y los computadores digitales van a ser inservibles, de acuerdo con lo que señala en su libro “El mundo va a ser más científico, no menos científico”, ¿cómo cree que debe ser la educación para el futuro?
Lo cierto es que algunas personas temen a la tecnología porque dicen que va a reemplazar a los trabajadores. Y eso es algo que no está bien.
Pero pongo un ejemplo, los herreros fueron muy importantes. Especialmente si tenías un caballo, tenías que pagarle a un herrero. Sin embargo, con la aparición del automóvil, cada vez se necesitaron menos herreros. Y se quedaron sin trabajo. ¿Quién reemplazo a los herreros? Pues aparecieron los mecánicos o los técnicos que trabajan en la industria automotriz.
Un empleo se cierra. Un empleo se abre.
Ahora estamos discutiendo que los robots van a reemplazar a los humanos. Sí y no.

Creo que hay tres clases de trabajos que los robots no podrán hacer: reparar cosas. No van a ser fontaneros o jardineros. Los robots no pueden recoger la basura. Esos trabajos requieren reconocer patrones. Cada basura es distinta, cada baño es distinto, por lo que esos trabajos que no son repetitivos van a sobrevivir en la era de los robots.
Los otros empleos son los que requieren relaciones personales, como los profesores, como los consejeros. Los robots no entienden la naturaleza humana. No pueden ser tutor de un niño. No pueden cuidar a un bebé.
Y la tercera clase de empleos son los que requieran sentido común, como los abogados. La base de su trabajo es interpretar la ley, que es básicamente entender la naturaleza humana. En ese sentido, también podríamos hablar de líderes, de roles de liderazgo. Las decisiones corporativas o en un grupo humano se basan en el mismo principio de conocer la naturaleza del ser humano.
Entonces la educación puede ir en ese camino: áreas donde prime la naturaleza del ser humano y las labores no puedan ser reemplazadas por el ejercicio de una máquina.
En una nota más pesimista, ¿cuáles son los desafíos que no van a ser resueltos por la era cuántica?
Yo estoy convencido que los computadores cuánticos nos van a ayudar a resolver problemas como el calentamiento global, permitirán que la energía nuclear sea totalmente limpia. Van a crear nuevas formas de riqueza, por supuesto, como dije van a ayudar a curar enfermedades como el cáncer o el Alzheimer.
Sin embargo, lo que no van a resolver las máquinas van a ser temas como la guerra, la envidia.
O sea, vamos a estar libres de cáncer y Alzheimer, pero la guerra siento que continuará.
Y esto tiene que ver con que la evolución nos da la habilidad de proteger lo que es nuestro. Y la evolución nos da muchas cosas que son en beneficio de la humanidad, pero otras no.
La evolución solo quiere seres humanos que sobrevivan. Y si sobrevivir significa matar a los otros seres humanos, pues así se ha consumado. Así, estamos llenos de imperfecciones dentro de la raza humana. Y los computadores cuánticos no van a resolver los problemas que derivan de ellas.
Pero no es el fin de la especie: a medida que los humanos prosperen habrá menos necesidad de luchar por los recursos que tenemos.
Y en ese sentido, los computadores cuánticos van a darnos la respuesta para producir suficiente alimento para una población en constante crecimiento. O sea, la capacidad de análisis de estas herramientas –a nivel molecular- nos permitirá replicar de manera efectiva los medios en los que se producen alimentos de forma natural en el mundo. Y ese es solo un ejemplo de lo que vendrá.
SEGUNDA ENTREVISTA A MICHIO KAKU
Así será nuestro futuro: “Todo se controlará con la mente y seremos inmortales«
Por Miguel Ayuso, publicada en El confidencial, marzo 2014.

Todos conocemos con nombres y apellidos a cantantes, actores o políticos, pero los científicos suelen ser reservados por naturaleza ysi en algún momento se preocupan de trasladar su trabajo al gran público, es más por obligación que por gusto. Pero hay excepciones.El físico teórico MichioKaku (1947, California) es conocido en el mundo académico como uno de los creadores de la complicadísima teoría de cuerdas, pero para el gran público es el autor delibros como Universos paralelos, La física de lo imposible o La física del futuro.
En su nuevo libro El futuro de nuestra mente, que la editorial Debate acaba de publicar en España (tras ser número uno en EEUU), Kaku se adentra en el complejo mundo de la neurociencia, y lo hace para imaginar un futuro propio de los libros de ciencia ficción que tanto admiraba de niño. El físico responde a El Confidencial desde su despacho en Nueva York, y no se limita nunca a contestar las preguntas. Cualquier cuestión sirve de excusa para acabar hablando de robots, exoesqueletos, extraterrestres e, incluso, de un futuro en que seamos inmortales
PREGUNTA. El pasado diciembre, por primera vez, un magistrado español aprobó el uso de una prueba encefalográfica (conocida como ‘test de la verdad’ o Potencial Evocado Cognitivo) para resolver un caso criminal. La decisión fue muy polémica pero, según cuenta en su libro, deberíamos empezar a acostumbrarnos a este tipo de procedimientos en muchos otros campos. ¿Podemos fiarnos de ellos?
RESPUESTA. Personalmente soy un poco escéptico acerca de su uso. No es una prueba completa. Mucha gente asegura que son precisas en el 90 o 95% de los casos. Pero eso no es un 100%. Y para juzgar a alguien necesitas un 100%
Creo que hoy la gente está preocupada por los escáneres cerebrales, y su uso como detector de mentiras. Pero eso es hoy. En unos cuantos años, el problema será otro. En el futuro, cuando tengamos escáneres cerebrales de las personas, algunos criminales podrán decir que fue su cerebro el que cometió el delito, que no fue su culpa. “Mi cerebro está dañado–dirán– y puedo probarlo usando una imagen por resonancia magnética. Así que no es mi culpa que haya hecho esta maldad”.El concepto entero de culpabilidad tendrá que cambiar. Tendremos que darnos cuenta de que, aunque alguien no sea culpable ya que su cerebro está dañado, sigue siendo peligroso si ha cometido un delito y tendrá que seguir yendo a la cárcel. Todo el sistema penal tendrá que cambiar.
P.: ¿Se extenderá el uso de los escáneres cerebrales para resolver todo tipo de problemas?
R.: Sí. Hoy en día ya podemos conectar con el cerebro. Podemos ver pensamientos según evolucionan y podemos descifrar estos pensamientos por ordenador. Hay dos cosas que nos han dado la habilidad para leer la mente. Una es la física avanzada, que nos permite obtener fotografías detalladas delos pensamientos dentro del cerebro de la gente, yotra los ordenadores. Las implicaciones son enormes. Por ejemplo, ya podemos grabar memorias simples en animales e introducirlas de nuevo. Podemos cargar memorias simples en el cerebro de un ratón. Después lo haremos con los monos. Y, cuando lo logremos, llegará el turno de los pacientes de alzhéimer. En el futuro habrá millones de enfermos de alzhéimer parados en la calle porque no sabrán dónde viven ni quiénes son. Podremos crear un marcapasos cerebral. Pulsarás un botón e inmediatamente sabrás quién eres, dónde vives y quiénes son tus hijos. Podremos además cargar memorias en el cerebro.
Los jóvenes ya utilizan en Facebook caras felices para expresar emociones. En el futuro podrán compartir memorias enteras, de su primer beso, su primera cita, su primer baile…
En algún momento, en vez de internet tendremos un brainet. Hoy en internet se comparten textos, pero en el futuro se podrán compartir emociones y memorias. Lo llamaremos brainet. Y a los adolescentes les encantará. Los jóvenes ya utilizan en Facebook caras felices para expresar emociones. En el futuro podrán compartir memorias enteras, de su primer beso, su primera cita, su primer baile…
Más adelantepodremos también cargar habilidades que necesitarán los trabajadoresen suscerebros, o conocimientos, como lecciones de matemáticas, en los estudiantes. Esto ocurrirá en un futuro distante, pero antes podremos cargar memorias, como las vacaciones que nunca has tenido.
P.: Mucha gente puede sentir miedo del futuro del que habla. ¿Cree que están justificados sus temores?
R.: No, porque el objetivo inmediato va a ser curar las enfermedades mentales. ¿Por qué la Unión Europea y el presidente Barack Obama han puesto 10.000 millones en un proyecto para mapear el cerebro? Porque el objetivo a corto plazo es curar las enfermedades mentales. Hoy en día cerca del 50% de la población tiene en algún punto de su vida una crisis nerviosa o un problema cerebral. Vemos esto en los mendigos: la mayoría son enfermos mentales, al igual que gran parte de la gente que está en la cárcel. Ahora, gracias a los escáneres cerebrales, podemos observar cómo funcionan las enfermedades mentales.
Los esquizofrénicos oyen voces. ¿Por qué? La parte izquierda del cerebro generas voces, y por eso hablas contigo mismo, todo el mundo lo hace, y la parte frontal las analiza. Pero, a veces, la parte izquierda y la frontal no hablan entre ellas. Esto hace que hables contigo mismo sin tu permiso. Cuando alguien oye voces en su cerebro sin su permiso decimos que está loco. De hecho, eso es lo que es la locura. La locura es que la parte izquierda del cerebro no habla con la parte frontal. Por eso tenemos esquizofrenia, una de las enfermedades más antiguas que incluso cita la Biblia. En el futuro quizás podremos curarla. Hoy no, pero ya entendemos por qué el cerebro funciona mal, gracias a los escáneres cerebrales que hemos realizado a los enfermos mentales

P.: Hay quien piensa que los avances en neurociencia cambiarán por completo el rol de la psicología, que podría incluso desaparecer. ¿Podrá laneurociencia explicar en el futuro todos los comportamientos humanos?
R.: Vamos a necesitar siempre consuelo y buenos consejos. Que podamos leer la mente no significa que sepamos quées bueno para ti y qué decisiones debes tomar. Seguiremos necesitando psicólogos que nos ayuden. Pero hay otro aspecto importante de los avances en neurociencia. No sólo seremos capaz de, quizás, entender la enfermedad mental y curarla; además, la gente que tenga un daño cerebral y cuyos cuerpos no funcionen bien podrá llevar una vida normal. Para la gente que no tiene brazos, piernas, sufre una lesión medular o ha quedado paralizada tras un ictus, la vida es horrible. Son vegetales. Ahora podemos conectar sus cerebros con una máquina. Un portátil puede entender tu cerebro y puede manejar un brazo mecánico, una pierna o un exoesqueleto. De hecho, en el próximo Mundial de fútbol de Brasil esperamos que el saque inicial lo realice una persona parcialmente paralítica.
P.: Supongo que estará familiarizado con el concepto de transhumanismo, un movimiento que apoya el empleo de las nuevas tecnologías para mejorar las capacidades mentales y físicas con el objeto de corregir lo que considera aspectos indeseables e innecesarios de la condición humana, como el sufrimiento, la enfermedad, el envejecimiento o en última instancia la mortalidad. ¿Crearán los avances en biología sintética y neurociencia una nueva humanidad?
R.: Desde luego, planteannuevas cuestiones filosóficas y religiosas como ¿quién eres? Hoy tenemos el genoma, un disco duro que almacena unos 25.000 genes, y sirve de modelo para crear tu cuerpo. Esto ya lo conocemos. En el futuro tendremos otro disco, llamado el conectoma, con todas las conexiones cerebrales. En cierto sentido, aunque mueras, tu genoma y tu conectoma podrán seguir viviendo. Hace mucho tiempo pensábamos que el alma era algo separado del cuerpo. Esto se llamaba dualismo: el alma y el cuerpo eran algo diferente. En los últimos 50 años nos hemos empezado a dar cuenta de que el cerebro es wetware [un término que se usa para describir el sistema nervioso central], no hardware, y la mente es software. Y estos dos elementos interactúan dentro de tu cabeza. Pero cuando tengamos el conectoma y el genoma por separado lograremos separar la mente del cuerpo. Justo como pensaba la gente hace miles de años.

En el futuro habrá bibliotecas de almas. Tu personalidad y tus memorias estarán almacenadas en un disco y tu tataratataranieto podrá hablar contigo
Esto significa que en el futuro algunas personas podrán vivir después de muertas. Habrá bibliotecas de almas. Cuando vas hoy a una biblioteca, ves imágenes y películas de gente que está muerta, pero viven en la librería. En el futuro, tu personalidad y tus memorias estarán almacenadas en un disco y tu tataratataranieto podrá hablar contigo. Ahora puedes leer un libro de una persona muerta, pero entonces podrás hablar con el programa de ordenador que contiene sus memorias. Y podremos ir más allá. ¿Por qué no mezclar el genoma y el conectoma y construir un robot? Serás algo más que un programa de ordenador, volverás a la vida. Es la inmortalidad.
P.: Siempre ha dicho que los libros de ciencia ficción te inculcaron la pasión por la ciencia. Todo lo que cuenta me recuerda al mundo que imaginó Philip K. Dick. El escritor estaba obsesionado con las posibilidades de la mente. Imaginó un futuro en el que la gente podía leer los pensamientos, crear recuerdos artificiales o soñar a la carta. ¿Está este mundo más cerca de lo que realmente pensamos?
R.: Sí, creo que sí. El otro día estaba hablando con un niño y me preguntó qué era una máquina de escribir. Me quedé de piedra. “¿Cómo? ¿No sabes lo que es una máquina de escribir?”, le dije. Y me contestó: “Nadie usa una máquina de escribir. ¿Qué es eso? Todo el mundo usa el móvil”. En el futuro nuestros nietos nos preguntarán por qué tocábamos nuestras pantallas con el dedo y por qué teníamos teclados. En el futuro todo se contralará mentalmente. Podremos subir el termostato, encender la tele, cambiar los canales, conducir el coche… La gente no tendrá que tocar nada. Podremos hacer todo lo que queramos con sólo pensarlo. Hay mucha gente que ya está trabajando en esto, como la NASA. ¿Por qué no mandar robots al espacio que los astronautas puedan controlar desde su salón
P.: Según avanzamos en el estudio de la conciencia nos damos cuenta de que los animales sienten muchas más cosas de las que pensábamos, y aprendemos más de lo que sentimos nosotros mismos. ¿Cambiará el estudio del cerebro y la conciencia nuestras consideraciones éticas?
R.: Eso creo. Casi todos los científicos piensan que sólo los humanos son conscientes. Creen que la conciencia es un bien muy característico del que sólo gozan los humanos. Yo no lo creo. Pienso que hay distintos niveles de conciencia, pero todos los animales son conscientes. Por ejemplo, un caimán tiene una conciencia de nivel 1, entiende el espacio. En el nivel 2 estarían los monos, que entienden la sociedad y las emociones. Los humanos estaríamos en el nivel 3, porque además entendemos el tiempo, el pasado y el mañana.
Para entender el futuro, para entrever lo que va a ocurrir, se necesita un poder computacional inmenso, que los robots hoy no pueden tener
Los animales no tienen un sentido del mañana. No puedes entrenar a tu perro o a tu gato para entender que hay un mañana. Los humanos planificamos, pensamos, soñamos y vivimos en el futuro.Todos nuestros pensamientos están orientados a saber quéviene después. Los animales no piensan así, sólo se interesan por saber dónde está su comida. Se mueven por instinto.
Los robots que hemos logrado crear en el laboratorio también tienen conciencia, pero de nivel 1. Son primitivos, pero no muy distintos a un caimán, pues saben situarse en el espacio.
P.: ¿Y en el futuro habrá robots como nosotros, con una conciencia de nivel 3?
R.: El MIT está tratando de desarrollar robots de nivel 2, que sientan emociones. Son muy primitivos. Pueden sonreír como tú, pueden mirarte a los ojos, pueden bostezar y reírse… Casi alcanzan el nivel 2. Pero para entender el futuro, para entrever lo que va a ocurrir, se necesita un poder computacional inmenso, que los robots hoy no pueden tener. En algún momento lo tendrán, pero si aún faltan décadas para que existan robots de nivel 2 no digamos los de nivel 3…

P.: En su libro asegura que la humanidad podría entrar en contacto con vida inteligente extraterrestre en las próximas décadas. ¿Cómo cree que vamos a responder a este reto?
R. En efecto, creo que podríamos contactar en algún momento con vida inteligente del espacio exterior. Hasta ahora los astrónomos han identificado cerca de 2.000 planetas orbitando estrellas. Pero creemos que sólo en nuestra galaxia hay cerca de 10.000 millones de planetas con características similares a la Tierra. Así que, tarde o temprano, entraremos en contacto con vida inteligente y, si pueden visitarnos, significará que están muy avanzados, por lo que seguro que tienen una conciencia de nivel 3 y pueden ver el futuro. Ahora, si son más inteligentes que nosotros, es que pueden ver el futuro mejor. Serán más imaginativos que el ser humano. Y esto, creo, es una señal de inteligencia. En mi opinión, no estamos midiendo la inteligencia muy bien. Mucha gente con grandes cocientes intelectuales no triunfa en la vida. Una de las claves de la inteligencia es la habilidad para ver el futuro, para entender de forma realista cómo se va desarrollar.
