Beth Moon, fotógrafa de los árboles más antiguos del mundo (incluye galería)

Antiguo árbol «sangre de dragón», en Yemen. Fotografía Beth Moon

Los árboles son seres que transmiten dignidad, firmeza y, para una percepción artística, una presencia poética, que se aviva cuando las raíces, la madera y las ramas acumulan cientos o miles de años. Desde hace varias décadas, la fotógrafa Beth Moon explora el mundo natural para convertir en magníficas imágenes el poderoso y susurrante estar de los árboles, y también aves y plantas. Aquí, además de un texto de presentación, algunas de esas fotografías y links para mejor conocer esta obra artística y las señales de árboles milenarios aún en pie.

LOS ÁRBOLES nos embrujan, y parecieran querer decirnos algo, o esto es solo nuestra imaginación, o un modo artístico de percibirlos. Antes de todo imaginario poético sobre los seres de las raíces, los gruesos troncos y las ramas, es oportuno recordar la estricta función del reino arbóreo dentro del mundo natural, con efectos que nos benefician de continuo sin que lo advirtamos.

Los árboles tienen varias funciones esenciales: producen oxígeno, purifican el aire al absorber dióxido de carbono; contribuyen a regular el clima, previenen la erosión, participan del ciclo del agua al almacenar lluvia; son también hogar y alimento para la fauna.

Por año, se talan 15 millones de árboles. A este ritmo, y a no ser que se impongan reales medidas proteccionistas, en tres siglos los seres de las ramas serán un verde recuerdo en el planeta azul, contaminado y erosionado. Muchos de los árboles que sobreviven a incendios o la voracidad de las depredaciones humanas, reposan en ciclos de antigüedad o longevidad extraordinarias. Su edad puede establecerse por muestras de núcleos dendrocronológicos (conteo de anillos de crecimiento), fórmulas de circunferencia y edad, o datación por carbono.

Dentro de la familia de los árboles se distinguen los «clonales» y «no clonales». Los clonales son árboles que, en la superficie, parecen separados pero que, en realidad, están unidos bajo tierra por un sistema de raíces subterráneas, y comparten un mismo material genético. Ejemplo arquetípico de este tipo de árbol es el álamo temblón del bosque Pando en Utah, con una edad estimada de entre 16.000 y 80.000 años. Por contrapartida, un «árbol individual no clonal» es un árbol único, sus raíces y su tronco pertenecen a un solo organismo, que se diferencia genéticamente de los que se alzan a su alrededor, y sin un conjunto de retoños de sí mismos. Para algunos, el árbol individual no clonal más antiguo del mundo es un pino bristlecone de 4.700 años llamado Matusalén, en el Great Basin Bristlecone, en California; para otros, el árbol de mayor longevidad es un alerce en Chile llamado «Gran Abuelo», con una edad estimada de 5.400 años. También es de destacar el olivo de Vouves, en la isla de Creta, Grecia, el olivo monumental más antiguo del mundo, de 4.000 años, y que todavía produce aceitunas

Son muchos más los árboles milenarios, y su halo de atracción se aviva ante ojos artísticos. Ese encuentro es el que atestigua Beth Moon, fotógrafa estadounidense, y su viaje fotográfico entre árboles antiguos, entre cielos diurnos y nocturnos, y bosques, llanuras y selvas, en los diversos continentes. Beth Moon alcanzó notoriedad en 2014, cuando publicó Ancient Trees-Portrait of time, con fotografías obtenidas durante 14 años de los árboles más antiguos del mundo.

Beth Moon, afincada en California, ha revivido con excelencia el proceso de impresión al platino-paladio, una técnica del siglo XIX de una calidad casi tridimensional, por la que se consiguen impresiones de gran luminosidad y ricas tonalidades.

En su obra atiende con delicada sensibilidad a los árboles majestuosos, centenarios o milenarios, y también otras expresivas gemas del mundo natural como aves rapaces y plantas carnívoras. Siente que el crecimiento de los árboles se relaciona con el movimiento celeste y los ciclos astrales.

En sus libros fotográficos principales, además del mencionado Ancient Trees…, destacan Ancient Skies, Ancient Trees, la visión fotográfica de árboles antiguos bajo cielos nocturnos, sin la contaminación de la luz artificial, y fotografiados mediante largas exposiciones para capturar el matiz ambiental de las estrellas y la Vía Láctea, lo que también reluce en su serie ‘Diamond Nights’, con sus hipnóticos cielos estrellados; Baobab, sobre los singulares baobabs de Madagascar, Senegal y Sudáfrica; Literary Chickens, serie de retratos de gallinas mezclados con citas literarias, y observaciones sobre la industria alimentaria y cuestiones ambientales; y sus series sobre robles Oack. From seed to ancient tree; y Between Earth and Sky, fotografías en blanco y negro que expresan la relación con la naturaleza primordial, mediante cinco series fotográficas: «Retratos del Tiempo» , con árboles antiguos de todo el mundo; « Venga tu Reino» , las creencias animistas y totémicas y su conexión con la humanidad y el reino animal; « La Cala de Odín», la mirada que percibe la vida de una pareja de cuervos; «El Jardín Salvaje», la belleza, aunque siniestra, no percibida de las plantas carnívoras; y «Augures y Adivinos«, retratos de gallinas exóticas.

Una demostración visual de la riqueza olvidada del mundo natural que está ahí en su abundancia, detalles y misterio, y que siempre espera la llegada de una mirada sensible.

Esteban Ierardo

(Además de la galería al final, antes, unos links para ampliar la mirada desde la percepción fotográfica de Beth Moon. Saludos)

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