Por Esteban Ierardo
Junto a los análisis de las guerras por los especialistas en geopolítica, en política internacional, historiadores y demás intelectuales, nunca debiera perder su centralidad, bajo un formato literario o incluso periodístico, la consideración de la guerra como causante de la muerte, irreparable, de los inocentes; la destrucción de miles de personas y animales; y de hogares, escuelas, hospitales, caminos, el andamiaje completo de la vida masacrada. Esta actitud de valoración de lo perdido está más próxima a una sensibilidad o “indignación poética” ante la negación del derecho a vivir, que de los análisis de Realpolitick y de la repetición del principio de Carl von Clausewitz de la guerra como continuación de la política por otros medios.
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