Por Esteban Ierardo

En 2013, el cineasta napolitano Paolo Sorrentino estrenó La grande belleza, con Toni Servillo como Jep Gambardella, un escritor que pierde su rumbo creativo y se entrega a una vida frívola en Roma. La ciudad eterna también es protagonista, junto a la presencia de una bella música de diversos compositores. Un film de vuelo simbólico y poético, una crítica indirecta de la vacuidad, y un apuesta por el retorno, al final de todo, a la creación.
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