Texto y Galería
Por Esteban Ierardo

El arte genuino enriquece la experiencia sensible. Los caminos para esto son tan amplios y diversos como la propia historia de la creación artística. En el siglo XX y XXI son muchos los ejemplos que pueden encontrarse de una trascendencia sensorial por lo artístico, y sin necesidad de ninguna inmersión virtual. En este caso elegimos tres ejemplos, por un lado la Capilla Rothko, con sus lienzos monocromos que inducen a la contemplación y la introspección; el Roden crater del volcán extinto en Arizona, del artista James Turrell modelado para la contemplación espiritual de cielo; y la biblioteca Satori Harbor en Guangzhou, del importante estudio Wutopia Lab, referente de la arquitectura china contemporánea.
Sigue leyendo