
El avance tecnológico genera transformaciones antes impensables. La teledetección por radares de satélites permite hoy una arqueología espacial capaz de hallar lo oculto y enterrado, imperceptible a simple vista. Así se han descubierto las marcas enterradas de unos canales alineados a las pirámides de Egipto en Guiza, que podría explicar cómo los bloques de piedras llegaron hasta el lugar de construcción de las construcciones piramidales.
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