
El inefable Isaac Asimov, el escritor de ciencia ficción, divulgador científico y también profesor de Bioquímica. En 1947, cuando estaba inmerso en la redacción de la tesis de su doctorado de bioquímica, su imaginación desbordante concibió crear la Tiotimolina, un compuesto químico ficticio que aparece en uno de sus cuentos, concebido como un pretendido artículo científico. Una muestra de la genialidad de Asimov, muy recordado, hace pocos años, en el centenario de su nacimiento.
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