Por Esteban Ierardo

Erasmo de Rotterdam (1466-1536), el filósofo humanista, filólogo y teólogo cristiano holandés, autor de El elogio de la locura (1511). Como pensador siempre defendió la convivencia pacífica y la tolerancia. En medio de la alta conflictividad de su tiempo, determinada por la división entre católicos y protestantes, rechazó el tomar partido por una u otra facción. Eludió el partidismo, y aceptó el costo: vivir entre fuego cruzado. Pero en contra de una mirada superficial, esta actitud no denota ninguna debilidad. Por el contrario, revela la decisión de defender la propia independencia intelectual, y el deseo de no contribuir a la confrontación destructiva ni de refugiarse en ninguna visión de mundo dogmática. Una actitud de difícil gestión en cualquier época.
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