Por J Re Crivello
Muchos pueblos han sido víctimas de la expansión de la civilización occidental. Uno de ellos fueron los onas, o los selk´nam, en la Isla Grande de Tierra del Fuego, en el sur de la República Argentina. Tenían una intensa imaginación simbólica que volcaban en su ritual fundamental, la fiesta del Hain (estudiado por el sacerdote y etnólogo Martín Gusinde). A su tierra la llamaban Karukinka, «la última tierra de la gente”. J Re Crivello, director de la revista Masticadores, con numerosos colaboradores y editores en distintos países y lenguas, creó hace quince años el blog Barcelona. Allí publicó originalmente este breve recuerdo de los selk´nam y de su última tierra.
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