Por Esteban Ierardo

En Florencia, dentro de la iglesia de Santa Croce, el escritor francés Henry Beyle (1783-1842) más conocido por su pseudónimo Stendhal, sintió que se aceleraba su ritmo cardíaco, y que lo invadía una sensación de vértigo y desvanecimiento: “Había llegado a ese punto de emoción en el que se encuentran las sensaciones celestes dadas por las Bellas Artes y los sentimientos apasionados. Saliendo de Santa Croce, me latía el corazón, la vida estaba agotada en mí, andaba con miedo a caerme”. El síndrome de Stendhal.