Por Sandy Vera

The Truman show (1998) es un film que, como Matrix, convierte en una ficción atractiva la sospecha sobre los modos contemporáneos de cómo se puede simular una realidad. En esta película de Peter Weir, un montaje trasmitido en directo a todo el mundo por el productor ejecutivo Christof (Ed Harris) sigue la vida de Truman Burbank (Jim Carrey) que cree que su realidad es «real», cuando solo de trata de un programa de televisión. Aquí, la liberación para Burbank se relaciona con Descartes, cuyo famoso «genio maligno» se sitúa en la relación entre lo falso y lo verdadero.
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