
Samuel Clemens, más conocido por su célebre seudónimo de Mark Twain (1835-1910), siempre deslumbró con su iconoclasia. Su Diario de Adán y Eva (1906), de aparente índole costumbrista, convirtió el solemne relato bíblico en una parodia de vasto alcance simbólico. Hacia 1909 Twain escribió las Cartas de la Tierra, cuya primera edición, por su carácter polémico, no se autorizó hasta 1962. Esta libro incluye «La Carta de Satanás», un heterodoxo texto que fue censurado hasta 1940. Aquí, Twain se estima religioso, pero se rebela ante el Dios del Antiguo Testamento.
Sigue leyendo