Por J r Crivello

En el mundo antiguo al fabulista griego Esopo se le ocurrió acudir a los animales para formular pensamientos humanos y enseñanzas. Un modo de la imaginación que luego siguió Jean de la Fontaine en el mundo moderno. De forma semejante, y con mucho ingenio, aquí J r Crivello da vida pensante, y la lucidez de una «inteligencia entendida» a su gato Boris, para recordar que «el mundo se despeña entre autócratas y demócratas».
Sigue leyendo